Cuando va a realizarse cualquier procedimiento quirúrgico, es necesario que se realice un chequeo preoperatorio, para reconocer el corazón y el estado general del paciente. Se trata de aumentar las posibilidades de éxito de la cirugía y elegir el mejor protocolo anestésico para nuestro paciente en base a unos datos fiables y reales, obtenidos pocos minutos antes de anestesiar al animal. Por tanto, no se debe escatimar en realizar un preoperatorio a nuestra mascota en cualquier intervención por simple que sea.
Si además nuestra mascota es geriátrica (ya sea perro o gato) o tiene alguna particularidad a la hora de ser anestesiada (algunas razas de perro tales como Bulldog Francés y cruces, Bulldog Inglés y cruces, Collies y cruces, Sharpei y cruces… o razas de pequeño tamaño, como las “toy”), el preoperatorio SIEMPRE HA DE SER COMPLETO, en el que se incluye una radiografía de tórax.
